viernes, 24 de abril de 2009

El Verdadero Desarrollo del Ecoturismo



El ecoturismo se ha vuelto una actividad económica importante en áreas naturales de todo el mundo. Proporciona oportunidades para que los visitantes experimenten las poderosas manifestaciones de la naturaleza y la cultura y aprendan acerca de la importancia de la conservación de la biodiversidad y de las culturas locales. Al mismo tiempo, el ecoturismo genera ingresos para la conservación y beneficios económicos para las comunidades que viven en áreas rurales y remotas.

Los atributos del ecoturismo lo hacen una herramienta valiosa para la conservación. Su implementación puede:

❖ Darle valor económico a los servicios del ecosistema que proporcionan las áreas protegidas;
❖ Generar ingresos directos para la conservación de áreas protegidas;
❖ Generar ingresos directos e indirectos para los actores locales, por medio de la creación de incentivos para la conservación en comunidades locales;
❖ Construir grupos partidarios de la conservación, de carácter local, nacional e internacional;
❖ Promover el uso sustentable de los recursos naturales;
❖ Reducir las amenazas a la biodiversidad.


Algunas áreas tienen más potencial para llevar adelante los beneficios del ecoturismo que otras. Generalmente, en áreas con escasas visitas, el potencial no es claro. En otras, el turismo ya puede ser un factor importante. En ambos casos, el proceso de planificación del ecoturismo es crucial para desarrollar el potencial del ecoturismo como una poderosa estrategia de conservación.

Por supuesto, no todo el turismo en las áreas naturales es ecoturismo. El turismo de naturaleza, por oposición al ecoturismo, puede carecer de los mecanismos para mitigar los impactos en el ambiente y fracasar en demostrar respeto por las culturas locales. El turismo de naturaleza también está floreciendo económicamente.

En consecuencia, somos testigos de una violenta embestida de visitas contra las áreas naturales que, en muchos casos, está minando los valores que vuelven atractivas a esas áreas. Por su valor ecológico, las áreas protegidas, especialmente las que se encuentran en los trópicos y/o en los
países menos desarrollados, contienen muchas de las atracciones ecoturísticas más importantes del mundo.

Estas atracciones pueden ser una especie de flora o fauna rara o endémica o una combinación de especies, vida silvestre abundante, altos índices de diversidad de especies, formaciones geomorfológicas inusuales o espectaculares, o manifestaciones culturales históricas o contemporáneas únicas en un contexto natural.Los conservacionistas frecuentemente se han aproximado al ecoturismo con un conocimiento limitado de los aspectos de negocios, y con una comprensión incompleta de los mecanismos de administración disponibles y necesarios para asegurar la sostenibilidad del turismo en las áreas protegidas. En general, el inicio de una iniciativa ecoturística han sido los programas de capacitación para guías o la construcción de hoteles, albergues o cabañas. Está casi garantizado que esta manera de abordar el ecoturismo terminará en un fracaso. En general ha llevado a:

❖ La creación de altas expectativas en las comunidades que luego son escasamente satisfechas;
❖ Que las actividades del ecoturismo agoten los escasos recursos de las ONG y de las áreas protegidas en la medida en que los proyectos luchan por recuperar el dinero invertido;
❖ Que las ONG y las áreas protegidas se alejen de su misión central de conservación; y
❖ Que el turismo destruya las atracciones naturales que originalmente atraían a los visitantes.

Por otra parte, los operadores de turismo de naturaleza, en general, han llevado adelante sus iniciativas con un conocimiento incompleto de los temas de la conservación y, en consecuencia, operan de un modo no sustentable.

Ahora reconocemos que para que el ecoturismo tenga éxito, los conservacionistas necesitan una mejor comprensión de consideraciones de negocios y, del mismo modo, quienes desarrollan estas empresas necesitan tener más conciencia acerca de los mecanismos de manejo necesarios para asegurar la sustentabilidad de la actividad. La combinación de ambas perspectivas
es esencial para un programa de ecoturismo exitoso.

Las áreas protegidas pueden ser propiedad, o estar administradas, por el estado, por el sector privado, por la comunidad o por una combinación de éstos. Los fondos para el manejo de las áreas protegidas son habitualmente escasos en los países en desarrollo. Como resultado, estas áreas a menudo carecen de la capacidad para asegurar que el turismo genere la amplia gama de be-neficios que debería generar. Como resultado, en muchas áreas las oportunidades para generar ingresos para la conservación del sitio y para las comunidades locales son subexplotadas, y el turismo en realidad puede plantear amenazas para la conservación.

Para que el ecoturismo alcance sus potencialidades y genere beneficios sutentables, las áreas protegidas deben implementar un esquema de planificación para guiar y manejar la actividad.

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